lunes, 7 de febrero de 2011

600 Kilómetros y cera de piso.


"...Mostrarte como se ve el atardecer desde el balcón, abrazarte por atrás y cantarte una nana al oído...¿Te quedaras para siempre?..."

Nada traes nada llevas.

Ahora lo imagino viendo el atardecer en mi balcón. Demasiado dulce.
Complicado el hecho.
Leo a William. Él, me apoya y me consuelo leyendo los sonetos.
Sé que algún día me los dedicará, aunque sé que nunca le dije que me gustaban.

3 comentarios:

eMiLiA dijo...

Creo que el principio siempre es emocionante y a partir de allí todo puede suceder.
No comparto el esperar el cántaro con oro al final, soy partidaria de disfrutar el camino.

:)

Carolinna Cabezas dijo...

Me encanta tu blog. Tienes una seguidora mas.

Luciana Segalini dijo...

Me tienta ese plato. JAJAJA
Que buen blog.
Una seguidoraaaaaaaaaaaaaaaaaaa más!

www.unpococonchuda.blogspot.com :)