De partituras manchadas con odio.

Desperto y llovía. 
Te recordó. 
Pocas noches fueron las que llovió en sus sueños.

Nunca habían sido grises, solo cosas sin acabar, sentimientos sin cerrar.

"Maldito" fue la primera palabra que pensó esa mañana, seguida de "Mentiras son para cobardes"

La rabia la invadió un momento sentada en la cama Lloró.

"¡Que extraño seria!" ametrallo sus ilusas ilusiones, hoy ya no hay mas notas que escuchar.
El acorde de sus voz se desafino al sollozo. 
El pianista se fue de su hogar, que son sus sueños; ahora son sus pesadillas tristes.

Ni siquiera quedo para inspirarla. Nunca la musa tristeza había decidido no ayudarla.

Algún día, mientras se mire en el espejo aparezcas tu.
Algún día, en que todas las cenizas y los corazones rotos, vuelvan a encender, se vuelvan a arreglar.
Por lo menos por un dia; el de ellos.

Volvió a seguir siendo la chica mas triste de la ciudad.